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La actuación en odontología cosmética es extremadamente amplia y debe estar en sus fases de prevención, restauración y mantenimiento basada en los pilares de la salud, la función y la estética.
La lectura de este concepto sobre odontología cosmética solo permite evaluar la importancia de esta especialidad en la formación y consecuente actuación clínica del odontólogo. En odontología cosmética la actuación abarca desde medidas de prevención y tratamiento no invasivo de la enfermedad cariogénica y lesiones no cariogénicas, -como la erosión dentaria–, tratamiento estético no invasivo, –como el blanqueamiento dental–, y tratamiento de alteraciones en el equilibrio de la oclusión hasta el tratamiento restaurador directo o indirecto cuando resulte necesario, así como también la ejecución de un programa de mantenimiento periódico-preventivo para el paciente tratado.
La actuación en odontología cosmética es extremadamente amplia y debe estar en sus fases de prevención, restauración y mantenimiento basada en los pilares de la salud, la función y la estética.Ewerton Nocchi
En tal sentido, los profesionales que actúan en el área de la odontología cosmética deben tener conocimiento de los mecanismos involucrados en las actividades y en los signos de las enfermedades cariogénicas y periodontale, a partir de los factores que pueden ocasionar lesiones dentarias no cariogénicas. Además de los fundamentos de una oclusión equilibrada para que pueda actuar adecuadamente en lo que se refiere a prevención, tratamiento restaurador o no, y promoción en cuanto a la salud de los pacientes.
De igual forma, es necesario tener el conocimiento adecuado sobre los materiales y las técnicas disponibles que están en evolución constante para que, frente a las necesidades restauradoras, sea posible seleccionar y aplicar la mejor opción de tratamiento para cada paciente y situación clínica.
Planificar los tratamientos, seleccionar adecuadamente los materiales e importancia de mantenimiento preventivo, en Odontología Cosmética
La selección adecuada del tratamiento restaurador implica, obligatoriamente, el compromiso de preservar siempre el máximo posible de estructura dentaria sana durante su ejecución.
Otro aspecto fundamental es la necesidad de realizar mantenimiento periódico- preventivo; tanto para auxiliar el mantenimiento de la salud bucal del individuo, como para propiciar el mejor pronóstico de las restauraciones ejecutadas.
Es fácil percibir que el profesional que desea actuar en odontología cosmética debe aunar conocimientos sobre diversas áreas de la odontología; como cariología, periodoncia, endodoncia, materiales dentarios, oclusión, ortodoncia, radiología, implantodoncia, entre otras. Con esto, el odontólogo puede y debe planificar los tratamientos de sus pacientes interrelacionando, en forma efectiva estas áreas; Debe estar comprometido con una práctica que promocione la salud, el equilibrio del sistema estomatognático y la estética de la sonrisa; Los cuáles son cada vez más solicitados por los pacientes.
El modelo de actuación de la odontología cosmética de hoy, está vinculado a la promoción de la salud y contempla la verificación de actividad de la enfermedad, la consecuente adopción de medidas educacionales y preventivas con la idea de proporcionar equilibrio entre el proceso de desmineralización del tejido dentario impidiendo el progreso de la enfermedad. Por lo tanto, el enfoque inicial del profesional debe ser, siempre que sea posible, tratar las lesiones de caries de forma no invasiva (Figura 1.3).
De acuerdo con ese modelo de actuación…
Cuando se indica el procedimiento restaurador, se tiene como objetivo reparar la forma, la función y la estética dentarias; que fueron eventualmente comprometidas por la presencia de lesiones cariogénicas, traumatismos, lesiones no cariogénicas, alteraciones en el color, forma y/o posición dentarios. (Fig.1.4)
La llegada de la técnica de acondicionamiento ácido del esmalte en 1955, el desarrollo de las resinas compuestas en 1963 y la descripción de la capa híbrida de los sistemas abrasivos a la dentina en 1982; impulsaron una nueva era de la odontología restauradora. El odontólogo comenzaba a tener a su disposición técnicas y materiales restauradores que podrían quedar adheridos en las cavidades; sin la necesidad de realizar preparaciones cavitarias retentivas. En función de eso y del conocimiento etiológico de la enfermdad cariogénica, las formas tradicionales de retención y la «extensión para la prevención», que guiaron el modo de restaurar durante mucho tiempo, fueron dejadas de lado.
Los sistemas adhesivos actuales presentan capacidad de unión tanto al esmalte como a la dentina; cuando se utiliza la técnica de acondicionamiento ácido total, o bien, por el uso de adhesivos autocondicionantes sin acondicionamiento ácido previo o solo con acondicionamiento ácido selectivo en el esmalte.
-Lee sobre Odontología Cosmética del Dr. Ewerton Nocchi-
En resumen
El profesional debe tener mucho cuidado ante la indicación de los tratamientos restauradores estéticos para no repetir los mismos errores de un ciclo reiterativo. En nombre de la estética, tan condenado en la odontología restauradora tradicional. En primer lugar, es fundamental tener un compromiso a largo plazo con la salud en función del paciente, además de tomar decisiones basadas en evidencia científica, sentido comín y ética. Actuando de esa forma es perfectamente posible alcanzar el equilibrio entre salud y estética para nuestros pacientes.
Otro detalle imprescindible es elegir técnicas restauradoras que presenten evidencia científica. En la actualidad tenemos una producción científica significativa y de buena calidad en la odontología; con diferentes niveles de estudio in vitro e in vivo que pueden y deben sustentar las elecciones del profesional. Tanto para adoptar medidas de diagnóstico y prevención de las enfermedades cariogénicas, periodontales y de oclusión como para seleccionar los materiales y técnicas restauradoras.
Sin embargo, con el avance constante de la tecnología y del conocimiento, en algunas de las situaciones clínicas con las que nos enfrentamos en el día a día, tal vez sea posible adoptar una eventual «nueva técnica» siempre que esta permita conservar esmalte, es decir, como dijo Pascal Magne, «no espere evidencia científica para conservar esmalte». Esto representa solo un consejo de sentido común que puede acompañar al profesional a lo largo de su carrera.