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El uso cada vez más frecuente de la medicina cosmética requiere de un alto nivel de conocimiento y práctica por parte de los profesionales para mantenerse al tanto de los avances del área. De esta forma, es importante evitar cualquier situación de incomodidad para los pacientes, quienes con el paso del tiempo recurren con mayor frecuencia a consultorios estéticos, con el objetivo de rejuvenecer la cara, evitando una semana de moretones o hinchazón u otras complicaciones como, parálisis nerviosa o necrosis cutánea. Estas necesidades se vuelven cada vez más importantes en la práctica de los médicos estéticos, y la única manera de evitar cualquier complicación es conociendo la anatomía en forma perfecta, sobre todo, de los músculos faciales.
Conocer los compartimientos adiposos de la cara es cada vez más importante en la ejecución del tratamiento con rellenos voluminizadores. Además, la definición de las relaciones anatómicas de los diversos compartimentos adiposos y la identificación de los puntos de referencia cutáneos superficiales que facilitan su localización, son útiles para planificar y ejecutar el tratamiento.
Ahora bien, explicaremos a continuación algunos de los músculos faciales que es importante considerar en este tipo de procedimientos estéticos:
Músculo Orbicular del ojo
El segmento inferior de las fibras circulares de la parte orbitaria del músculo orbicular del ojo constituye la capa muscular superficial de la región infraorbitaria. El margen inferior de este músculo facial está situado sobre el complejo muscular elevador del labio superior y su margen lateral puede extenderse sobre el tercio superior del músculo cigomático mayor. Justo debajo de la porción inferolateral del orbicular del ojo y sobre el periostio se encuentra el compartimiento adiposo profundo llamado “grasa suborbicular del ojo”.
Conjuntos de músculos orbiculares de la boca
Músculo Cigomático menor
Está presente en aproximadamente el 40% de los sujetos, se origina en la parte lateral del hueso cigomático, justo detrás de la sutura cigomático maxilar y algunas de sus fibras provienen del músculo orbículas del ojo. este músculo facial corre hacia abajo y medialmente; se encuentra en el labio superior, después de que sus fibras se mezclan con el elevador del labio superior (B).
Este artículo fue redactado con base en la información del libro: “The New Face. De la Anatomía a la Medicina Estética” de la especialista en medicina regenerativa y tratamientos antienvejecimiento, Paola Rosalba Russo.
Músculo Cigomático mayor
De los músculos faciales, este se origina anterior a la sutura cigomático temporal, se coloca medialmente al músculo cigomático menor y se extiende de forma oblicua hacia la esquina de la boca. En el 40% de los pacientes pueden dividirse en dos bandas musculares separadas, en estos casos, el músculo tiene un origen normal y luego se divide en bultos musculares superiores e inferiores. El haz superior se inserta en la comisura oral y el inferior debajo de él. (C)
Músculo Risorio
Este pequeño músculo está presente sólo en el 6% de los individuos, tiene una variable y se encuentra al lado de la mejilla. En la parte superior de la parótida, sus fibras se derivan al lado de la mejilla. En la parte superior de la parótida, sus fibras se derivan del SMAS y del Platisma y, a veces, del arco cigomático, insertándose debajo d la esquina bucal. Este músculo facial está perfundido por la rama labia de la arteria facial y su propósito es retraer lateralmente la esquina de la boca. (D) (E) (F)
Músculo Platisma
El Platisma está entre los músculos faciales más fuertes del cuello, se origina en el borde clavicular, pero muchas de sus fibras surgen debajo de la primera costilla, desde la fascia que cubre el tórax superior y el hombro. A partir de este punto, las fibras alcanzan el margen mandibular que se extiende a la piel y es subcutáneo de la mejilla baja; En edades avanzadas, las llamadas “bandas plasmáticas” son evidentes cuando se contraen.
Conocer la anatomía de los músculos faciales puede evitar complicaciones
La punción accidental de un vaso puede causar un hematoma u obstrucción del vaso. Las ramas con mayor riesgo de traumatismo durante los procedimientos estéticos son las de la arteria oftálmica, en especial la arteria supratroclear en el área glabelar y la angular en la raíz del surco nasolabial. La oclusión de las arterias labiales es un riesgo potencial de necrosis o infección de los labios, como por ejemplo la reactivación del herpes o la sobreinfección bacteriana.
De esta forma, es esencial recordar que durante los procedimientos estéticos, la infiltración accidental de un recipiente con material de relleno es poco frecuente. Sin embargo, todavía es posible y puede causar necrosis de la piel con distintos grados de severidad, así como eventos irreversibles como la ceguera.